Sierra de las Encarnaciones

Se alza con sus 661 metros la Sierra de las Encarnaciones, siguiendo una progresión hacia el suroeste, constituyendo junto con la Sierra de la Peñagua, un área de espacios adehesados donde destaca el quejigal de la ladera norte.

Bajo las faldas de la sierra encontramos las dehesas, sistemas seminaturales de los que se extrae rendimiento económico aprovechando la producción de ese ecosistema, parcialmente modificado pero sin llegar a alterar los ciclos y flujos propios del entorno natural. 

Una de las dehesas moronenses de mayor valor natural es la Dehesa de Arenales,  con un área de 2.800 hectáreas de explotación agrícola y ganadera. Atravesada por los arroyos El Barro y El Cuerno, un tercio de esta superficie está destinada a conservar los valores culturales y naturales de la dehesa. En ella, la encina es la especie dominante del estrato arbóreo, acompañada de especies matorrales típicas del sotobosque mediterráneo como las jaras, las aulagas o retamas, y por especies animales como las abubillas, los muflones, las grullas, las liebres o los buitres.