En el término municipal de Morón de la Frontera, hay varias lagunas o embalses creados por la mano del hombre para el uso agrícola y que albergan gran cantidad de biodiversidad. Entra ellas se encuentran las llamadas y lagunas de "Mancera" y de "Morillo", la laguna de la "Arcilla", laguna de "Canillas" y, laguna del "Salado".
Las lagunas de "Mancera" y de "Morillo" están situadas cerca del cruce de el Coronil con la carretera A-360. Se entra por un camino agrícola hasta la "Zúa de Morillo", por donde pasa el "Rio Guadaíra" (afluente del Guadalquivir). En este lugar ya se pueden observar varias especies de aves (ánades real, tarabillas, carboneros, jilgueros, aguilucho lagunero, el flamenco, ...) Así mismo podemos encontrar especies que son presa del aguilucho luganero: fochas comunes, ánades real, gallineta de agua, cigüeñuelas, entre otros.
La laguna tiene una gran "vegetación palustre" (tarajes, juncos, cañas, ... ), en la cual las aves encuentran un gran refugio.
En cuanto al Parque Canillas decir que se trata del mayor espacio verde de la ciudad con 25 hectáreas. Está ubicado en una antigua cantera de áridos reconvertida en zona verde para el ocio y disfrute del ciudadano en contacto con la naturaleza. En este espacio también existe una laguna, "la laguna de canillas", en la que podemos encontrar diferentes especies como por el Calamón Azul, entre otros.
En el parque bajo, se ha llevado a cabo la plantación de más de 350 ejemplares de árboles de distintas especies conformando una superficie de 2,5 hectáreas con una importante variedad botánica donde podemos encontrar masas arbóreas como el palmeral, el naranjal o los pequeños bosquetes de algarrobos, falsos pimenteros, melias, brachichitos o pinos carrascos.
En la zona del parque alto, el tratamiento paisajístico en estas áreas ha consistido en la plantación de especies autóctonas y xerofíticas que conforman una unidad de vegetación bien adaptada al terreno y a la climatología: especies arbóreas como la encina o el algarrobo y variedad de especies arbustivas como lentiscos, tarajes, retamas, romero, durillos, palmitos y otros representantes del matorral mediterráneo, así como una zona de olivar tradicional, tan importante en nuestra zona y que a la vez sirve de refugio a las comunidades de animales tan importantes para el desarrollo ecológico del parque.
En este parque encontramos un mirador fabricado en madera, situado en la parte más alta del parque que permite disfrutar de unas extraordinarias vistas del pueblo de Morón o pequeños rincones formados por plantas y bancos que nos ofrecen un buen lugar para el descanso.
Otra de las lagunas que se encuentra en el entorno de Morón es la “Arcilla” donde es posible encontrar especies como el Somormujo Lavanco.
Se encuentra ubicada en dirección colada real de Sevilla, accediendo por el Polígono Industrial la Estación.
También es de destacar el "Charco – Charcal", conjunto de pequeñas lagunas de carácter estacional, que se sitúa al este del núcleo urbano junto a la carretera del Morcillo (SE-456) dentro de la finca Pozo Rosal. Este espacio se encuentra a los pies de la sierra de Peñagua, y está drenado por el arroyo de la Amarguilla. La corriente que lo alimenta es el río de la Peña.
Los pequeños humedales de Charco-Charcal, de carácter estacional, se forman por acumulación de agua sobre materiales impermeables en la zona más baja de unas pequeñas lomas. En el entorno de las lagunas existe vegetación arbórea y arbustiva de fresno, taraje, lentisco, adelfa y zarza. La fauna de la zona es muy variada, con diversas especies de aves acuáticas en las épocas en las que las lagunas tienen agua, algunas rapaces, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos, destacando la presencia de meloncillo.
Morón de la Frontera se encuentra en una región que estuvo cubierta por el mar en tiempos remotos, el cual, al ir retirándose, quedó enclaustrado formando grandes lagunas, cuya desecación final originó zonas de alta concentración salina, hecho que se manifiesta en muchos lugares de nuestra localidad.
Un ejemplo de ello es Las "lagunas del Salado". Se trata de un complejo de pequeños humedales que se localizan en el mismo cauce del arroyo del Salado y en sus arroyos tributarios, a los pies de la sierra de Peñagua. La importancia de estas lagunas radica la gran cantidad de avifauna acuática que se puede observar en ellas, con especies como focha común, ánade real, zampullín, chorlitejo, garza real, y martín pescador, entre otras. La vegetación de las lagunas está formada principalmente por fresno, adelfa y taraje.
El Arroyo Salado de Morón atraviesa, hasta llegar a la presa del embalse de Torre del Águila, materiales sedimentarios de origen triásico (margas yesíferas, areniscas y calizas) intercalados con otros más recientes del Mioceno (margas, areniscas y lutitas o silexitas).
A lo largo del recorrido del Arroyo Salado de Morón se distinguen de forma general dos grandes sectores bien diferenciados, separados por el embalse de Torre del Águila: por un lado el sector campiñés, que comprende los tramos del río que se extienden desde el nacimiento hasta la presa del embalse del Torre del Águila, coincidiendo con los paisajes de campiñas sobres lomas y colinas. Por otro lado el sector marismeño, que se extiende desde la presa del embalse de Torre del Águila hasta la desembocadura, recorriendo una pequeña parte de los ámbitos campiñeses (más vinculados al regadío) y los paisajes de marisma.
Por otra parte, en la localidad se puede descubrir el “Manantial de San José” que se encuentra situado al sureste de la provincia de Sevilla en la ladera Norte de la sierra de San Juan (al sur de la Sierra de Peñagua), en el término municipal de Morón de la Frontera, en el paraje denominado cortijo de los Charquitos.
El acceso se realiza por la carretera comarcal A-406 (anteriormente A-360) que une Morón de la Frontera con las localidades de Villanueva de San Juan, El Saucejo y Pruna, está última tomando el desvío por la A-363 más adelante caminando junto al Arroyo del Salado, hasta llegar al manantial, unos 400 m cauce abajo.
Antiguamente era usada por la gente del pueblo para llevarse agua que estaba indicada para afecciones en la piel (eczemas, etc.) pues es un agua altamente salobre. El desuso del manantial hizo que se perdieran los senderos o caminos que llevaban al mismo y en la actualidad prácticamente hay que abrirse paso entre zarzas, aulagas y demás vegetación mediterránea por lo que el acceso, incluso con permiso, es muy complicado, por no hablar de la existencia de ganado vacuno. El manantial fluye con caudal todo el año y el agua salobre discurre por una suave pendiente, dejando sal sobre la tierra para unirse, apenas 40 m más abajo, al cauce del Arroyo del Salado donde ambas aguas se mezclan, pero en paralelo es posible apreciar el diferente color de las mismas antes de la unión, cristalinas las del manantial.
Podemos decir que se trata de un pequeño mar en miniatura situado en pleno monte, ambiente en el que sólo algunas algas, pequeños escarabajos acuáticos y larvas de mosca de la sal se atreven a sobrevivir.
Morón de la Frontera muestra, además de su oferta cultural, una amplia oferta complementaria a sus visitantes. Descubre toda la información de interés referente a nuestra ciudad.
La Oficina de Turismo de Morón de la Frontera se encuentra ubicada en parte de las dependencias de un convento del siglo XVII, anexo a la Iglesia de Santa Clara y en pleno corazón de Morón de la Frontera, junto a los Jardines de la Carrera, en Calle Utrera, Nº 1.Esta oficina de turismo ofrece a todos sus visitantes información turística de Morón de la Frontera y su entorno así como de la oferta turística más destacada de de los principales destinos turísticos de España. Atiende diariamente a turistas, excursionistas y a la propia población local, ofreciendo una información fiable, clara y precisa en diferentes idiomas, de forma accesible y personalizada.Este espacio, además de la Oficina de Información Turística de la localidad, ofrece una zona expositiva y cultural para deleite del visitante, todo ello en una espectacular nave de dos plantas que conserva el antiguo artesonado de madera del siglo XVII