Sustentado por mil leyendas de guerra, unas veces pintado a galope tendido y otras encabritado sobre sus patas traseras, el Caballo de Morón siempre estuvo ahí, nunca montado, pulcramente enjaezado y con las riendas partidas o sueltas, formando parte de la cultura tradicional.
El Caballo de Morón ha sido objeto de distintos estudios y debates.
Tomando como base las distintas historias legendarias que lo han venido respaldando en el pasado, y a medida que la investigación científica fue abriendo camino para descartar hipótesis y fantasías, no es descabellado que a estas alturas del siglo XXI, se pueda asumir la teoría del Dr. Pascual Barea, el cual argumenta que lo mismo que Castilla pinta en su emblema un castillo, Morón pone a un morón en su blasón, toda vez que esta palabra -morón- en los siglos XIII y XIV, tenía significado de "caballo" como queda probado en distintos textos.
La leyenda del caballo desbocado que ganó el castillo en el tiempo de la Reconquista (1240) queda superada por el conocimiento de la negociación entre las partes, por la que la fortaleza fue entregada a Fernando III sin resistencia y por pleitesía.
Remontar la historia a 1180, la que protagoniza un tal Figueredo de Morón, en la capturó al príncipe Adameto, con la intervención del caballo de Santa Catalina, cuando se confirma que el apellido Figueredo no está documentado en los anales de Morón hasta la segunda mitad del siglo XV, es una leyenda imposible de mantener.
Lo mismo ocurre con el hipotético caballo de los fenicios, toda vez que está por ver si este pueblo estuvo alguna vez en Morón.
Por todo ello y teniendo como referencia que los testimonios previos dan fe de que un morón fue un caballo en castellano medieval, y es habitual que las poblaciones representen en su escudo el referente homófono, esta es la causa que figure un caballo en el emblema de Morón desde aproximadamente finales del siglo XIII.
En relación a explicar la postura del caballo y el hecho de llevar las riendas sueltas, baste decir que en la corte de Carlos I estaban espantados con los asuntos de Morón, en alguna ocasión mojetado por la propia Corona como "caballo sin rienda", por su actitud inconformista e incluso indómita, frente al poder del duque.
Morón de la Frontera muestra, además de su oferta cultural, una amplia oferta complementaria a sus visitantes. Descubre toda la información de interés referente a nuestra ciudad.
La Oficina de Turismo de Morón de la Frontera se encuentra ubicada en parte de las dependencias de un convento del siglo XVII, anexo a la Iglesia de Santa Clara y en pleno corazón de Morón de la Frontera, junto a los Jardines de la Carrera, en Calle Utrera, Nº 1.Esta oficina de turismo ofrece a todos sus visitantes información turística de Morón de la Frontera y su entorno así como de la oferta turística más destacada de de los principales destinos turísticos de España. Atiende diariamente a turistas, excursionistas y a la propia población local, ofreciendo una información fiable, clara y precisa en diferentes idiomas, de forma accesible y personalizada.Este espacio, además de la Oficina de Información Turística de la localidad, ofrece una zona expositiva y cultural para deleite del visitante, todo ello en una espectacular nave de dos plantas que conserva el antiguo artesonado de madera del siglo XVII