Sierra de los Esparteros

La Sierra de Esparteros, también conocida como sierra de Montegil o Sierra de Morón,  es una abrupta elevación que actúa de frontera natural entre los llanos de la campiña y la serranía sur de la provincia de Sevilla. Con una altura máxima de 587 metros de altitud, el característico  perfil de la Sierra de Esparteros es visible desde gran parte de la provincia de Sevilla, pudiendo ser divisada en día claros desde lugares más alejados. Está formada principalmente por terrenos margo-calizos, arenosos y arcillosos con afloramientos de roca caliza del periodo Jurásico. La base de la sierra se sitúa cerca de la cota 200 m, y la cuerda se eleva por encima de los 400 m, cuyo límite es el cauce del río Guadaíra.

Esta Sierra es también muy rica en agua, por lo que sus manantiales son una reserva de incalculable valor en época de sequía. Alberga bajo su estructura un importante acuífero de 3,17km2, con una potencia media de 100m y cuya recarga se produce por infiltración de agua de lluvia.

La Sierra de Esparteros atesora importantes valores naturales, paisajísticos y culturales como la práctica tradicional de elaboración de la cal en Morón, que es seña de identidad de este territorio. Desde los albores de la civilización, la nobleza de este material ha sido parte indispensable de la arquitectura y ornamentación de las construcciones tradicionales, incorporando la piedra caliza a nuestra vida cotidiana. Ya desde tiempos inmemoriales, en la época romana, la cal se mezclaba con el mortero en la construcción para reforzar las edificaciones. 

En la Sierra de Esparteros, concretamente en la Aldea de Caleras de la Sierra, inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de interés cultural, se ubica el Museo de la Cal, el cual nos brinda la oportunidad de descubrir los secretos de la cal y la forma de vida de nuestros artesanos. Este complejo conserva dos hornos tradicionales de elaboración de cal construidos en el siglo XIX, testigo cultural de otros hornos romanos y musulmanes, desde los cuales se ha mantenido una actividad continuada de producción artesana de cal desde hace siglos. Además, este Museo nos permite conocer la Casilla del Calero, una construcción tradicional que ha sido restaurada manteniendo los materiales, decoración y utensilios propios de la época.

Este enclave, constituye un espacio de interés ecológico y un refugio para la flora y la fauna. A  pesar de la pequeña extensión que ocupa la Sierra de Esparteros, acoge una sorprendente biodiversidad, rica en endemismos, rarezas y multitud de especies protegidas y en peligro de extinción. 

En su rica colección de especies vegetales destaca el matorral mediterráneo con lentiscos, matagallos, palmitos, acebuches y variedad de plantas aromáticas asociados a grandes ejemplares de algarrobos, encinares y quejigos que dotan a la zona de un porte verdoso durante todo el año. 

Es de destacar la presencia de 9 taxones catalogados como amenazados y 16 especies de interés etnobotánico cuya explotación está regulada. Aquellos con mayor riesgos de amenaza en la sierra de Esparteros son:

• Consentinia vellea subsp. Bivalens, en peligro de extinción

• Celtis australis, vulnerable

Los paredones y afloramientos de roca caliza alberga un tipo de vegetación muy singular, la rupícola. También podemos encontrar la Ceratocapnos heterocarpa,  especie que se encuentran en estado vulnerable y que fue vista por primera vez en la Península Ibérica en la Sierra de Espartero.

En cuanto a su fauna, decir que no existe una catalogación oficial de los mamíferos que pueblan la Sierra de Esparteros, actualmente se realiza un censo de aves, pero se ha constatado la presencia de multitud de especies, algunas de ellas ocasionales: Buitre leonado, Grajilla, Cernícalo vulgar, Triguero, Cuco común, Lúgano Lavandera blanca, Carbonera  Jilguero común...

En cuanto a mamíferos: Zorro, Erizo europeo, Topillo común, Comadreja...

Reptiles, Anfibios y Peces: Culebra bastarde, culebra de escalera, Víbora común, Largartija cenicienta, Sapo corredor...