Morón de la Frontera se ha convertido en un reclamo turístico no sólo por sus monumentos y fiestas, sino también por los exquisitos productos que elaboran sus pastelerías y sus dos conventos de clausura.
Morón cuenta con una importante tradición repostera, una herencia que procede de las diversas culturas que han habitado esta tierra y que hoy en día se mantiene viva a través de sus recetarios, los conventos, obradores, confiterías e industrias artesanas.
La repostería moronense está representada por numerosas pastelerías que elaboran durante todo el año, y de manera sobresaliente, una amplia gama de productos, como los cuadrados de chocolate, las tartas de manzana, las capuchinas, palos de nata, bizcochos con crema, piononos, pastas de té y el dulce más conocido en Morón, la famosa “pastaflora”, un bizcocho cubierto de chocolate y relleno de cabello de ángel que no suele encontrarse en localidades cercanas, de ahí su relevancia.
Los dulces elaborados en las confiterías de la localidad destacan por la gran calidad de los ingredientes empleados, todos ellos naturales y autóctonos, y el excepcional sabor de sus dulces y tartas, características que han motivado que nuestras deliciosas capuchinas sean los más solicitados entre una extensa variedad.
Dependiendo de la época del año, pueden degustarse unos dulces u otros. En Navidad, por ejemplo, se recomienda probar los irresistibles polvorones, alfajores, mantecados, mazapanes, pestiños o el tradicional roscón de Reyes, relleno de múltiples sabores. Mientras que en Semana Santa, es recomendable degustar las famosas torrijas de la tierra elaboradas con leche y vino y envueltas en azúcar y miel.
Morón también cuenta con una repostería centenaria, presente desde finales del siglo XVI, cuyas recetas guardan las monjas de los conventos de clausura. Actualmente, la localidad cuenta con dos conventos donde elaboran y venden repostería.
Entre las variedades que preparan las monjas franciscanas de Santa Clara podemos encontrar las célebres frutitas, angelinas, crema de batata, tortillas blancas, mazapanes en forma de frutas y polvorones con ajonjoli y roscos de huevo.
También las monjas Jerónimas de Santa María hornean deliciosos dulces, tales como: tocinos de cielo, magdalenas, tortitas almendradas, sultanas, bolitas de coco y chocolate...
Son recetas elaboradas artesanalmente a partir de productos naturales, un verdadero placer para los amantes del dulce.
A continuación, se puede observar el proceso de elaboración de los productos artesanales de las Hermanas Clarisas.
Catálogo de los productos disponibles para su venta en el Convento de Santa Clara:
Morón de la Frontera muestra, además de su oferta cultural, una amplia oferta complementaria a sus visitantes. Descubre toda la información de interés referente a nuestra ciudad.
La Oficina de Turismo de Morón de la Frontera se encuentra ubicada en parte de las dependencias de un convento del siglo XVII, anexo a la Iglesia de Santa Clara y en pleno corazón de Morón de la Frontera, junto a los Jardines de la Carrera, en Calle Utrera, Nº 1.Esta oficina de turismo ofrece a todos sus visitantes información turística de Morón de la Frontera y su entorno así como de la oferta turística más destacada de de los principales destinos turísticos de España. Atiende diariamente a turistas, excursionistas y a la propia población local, ofreciendo una información fiable, clara y precisa en diferentes idiomas, de forma accesible y personalizada.Este espacio, además de la Oficina de Información Turística de la localidad, ofrece una zona expositiva y cultural para deleite del visitante, todo ello en una espectacular nave de dos plantas que conserva el antiguo artesonado de madera del siglo XVII